Helen Keller nace el 27 de junio de 1880 en Tucumbia, Alabama EU. Hija del capitán Arturo Henley Keller y Kate A. Keller.
En 1882 cuando tenía diecinueve meses de nacida enfermó, los doctores en su tiempo la llamaron “fiebre del cerebro”, los médico hoy en día piensan que tal vez se trató de escarlatina o meningitis. Cuando la fiebre cedió, su familia pensó que todo volvía a la normalidad, pero la madre de Helen pronto notó que no respondía al llamado de la campanilla anunciando la cena o cuando pasaba su mano delante de sus ojos. Su pérdida audiovisual a tan temprana edad, las pocas palabras aprendidas y que apenas balbuceaba las olvido, todo esto en plena fase de desarrollo terminó con la capacidad para comunicarse. Esto fue muy traumático para todos, en los años siguientes Helen fue incontrolable con un muy mal genio, aventaba platos, lámparas; además de hacer rabietas, gritar aterrorizando la casa. Los parientes la miraban como un monstruo.
Pero sus padres no se resignaban ante ese destino de su hija, con ayuda de tutores y amigos y a la fuerza de voluntad, lo fueron superando, en especial por la ayuda de su institutriz Anne Sullivan.
Anne Sullivan fue recomendada como su institutriz por el Dr. Anagnos. Hija de emigrantes irlandeses, vivió una infancia triste, por la poca atención de su padre además de golpearla y emborracharse la descuidaba hasta que la abandonó en un hospicio. En 1880 entra al Instituto Perkins ciega debido al tracoma, recobra la vista tras varias operaciones, pero durante toda su vida sufrió de los ojos, al final Anne vuelve a perder la vista.
Al llegar a casa de los Keller, Anne le presta una muñeca a Helen y comienza a deletrear en la palma de su mano la palabra m-u-ñ-e-c-a, esto atrajo su atención, y ahí comenzó el primer esfuerzo por enseñarla, la relación fue bastante difícil, pues era una guerra de voluntades, hasta que Anne Sullivan venció.
Con el tiempo Anne observó que Helen se expresaba de distintas maneras. Un día la lleva al fregadero y extrae agua con la bomba, al caer el líquido en la jarra y sobre la mano de Helen, Anne le deletrea en su mano la palabra a-g-u-a, la niña comprendió el significado del líquido y despierta su espíritu, alegría, esperanza y sobre todo libertad. Se dio cuenta que todo tenía un nombre y quería conocerlo, y de ahí en adelante su aprendizaje avanzó sorprendentemente.
Anne fue su profesora y amiga de toda la vida, primero la ayudo a controlar su mal genio y después a leer y escribir en Braile. Mientras Helen se comunicaba por medio del alfabeto para sordomudos con el mundo.
Con el tiempo aprendió a emitir sonidos, primero fueron las vocales i, a, o, para después ensayar con las palabras mamá y papá. Después Helen le decía a su profesora con un sonido hueco “ya no soy muda”. El dominio del habla de Helen le mereció el calificativo de “La proeza individual más grande que registra la historia de la educación”
En el año de 1896, Helen entra a la escuela de Cambridge para señoritas. Y en 1900 en el otoño entra en la universidad de Radcliffe, siendo así la primer sordo-ciega que alcanza el reto de presentarse y pasar en una universidad. La vida en la universidad fue difícil para Anne y Helen, la cantidad enorme de trabajo deterioro más la vista de Anne. Durante su estadía Helen comenzó a escribir sobre su vida “La historia de mi vida”, publicado en 1903 al principio no fue exitoso, pero más adelante se convirtió en un clásico.
El 28 de Junio de 1904 Helen se graduó “Con Honores” también siendo la primera persona de sus condiciones en obtener un título universitario.
En los años siguientes Helen y Anne iniciaron una gira de charlas y conferencias sobre sus experiencias. A Helen le encantó esa nueva actividad era conocida en el mundo a través de la traducción de sus libros “La historia de mi vida” (1903), “El mundo en que vivo” (1908), “Salir de la obscuridad” (1913), “Mis años posteriores” (1930), “El milagro de Anne Sullivan” (1959) este último adaptado al cine en 1962.
En el año de 1936 después de una larga operación muere Anne Sullivan; en ese mismo año le entregan a la pareja Keller-Sullivan la medalla Roosevelt.
En octubre de 1961 Helen sufre el primer accidente cerebro vascular esto la obligó a que su vida pública se fuera cerrando. En 1964 recibe la Medalla Presidencial de la Amistad.
En el año de 1968 a la edad de 88 años Helen Keller muere mientas dormía, fue cremada y la urna con sus restos fue llevada cerca de los restos de Anne Sullivan.
A Helen Keller no le interesó la fama mundial; sólo hizo uso de ella para ser útil, servir a la humanidad y sobre todo a sus hermanos de infortunio. Su vida constituye un motivo de inspiración tanto para ciegos como para los que gozan del sentido de la vista, demostrando a millones de personas que la discapacidad no es el fin del mundo.
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