Florencia Nightingale nace en Florencia Italia el 12 de mayo 1820, sus padres la bautizan por así por la ciudad que la vio nacer. Hija de una familia inglesa acomodada vivió su infancia rodeada de lujos y comodidades.
En 1937 con tan solo 17 años Florencia empezó a visitar viviendas de personas pobres y enfermas, conducta que no era bien vista por sus padres ya que prefería visitar a estas personas que asistir a bailes y reuniones de sociedad.
Al llegar a los 23 años afirma su vocación y les transmite a sus padres su deseo de ser enfermera, pero encontró una fuerte oposición ya que esa profesión no era bien vista en la sociedad por que solo la desempeñaban mujeres de la clase trabajadora. Al decirles a sus padres que no iba a cejar en su intento, su padre la inscribe en los mejores colegios, mientras cursó su carrera tuvo la oportunidad de visitar varios hospitales, observando entre ellos las diferencias y necesidades, llevaba anotaciones de las cuales publicó sus libros Notas de Hospital y Notas de Enfermería; estos libros marcaron la pauta para establecer las bases de la enfermería en la actualidad.
En 1852 trabajó en un pequeño sanatorio como administradora. En 1854 estalla la guerra de Crimea, envió una carta al secretario de guerra británico proponiéndole sus servicios como enfermera, la primera respuesta fue de horror. El ejército temía que habría que proteger a esas “mujeres indefensas”, lo médicos que extralimitaran sus funciones, y la Inglaterra por la moral de esas mujeres. Pero Florencia no se dejo intimidar y siguió adelante; al recibir una respuesta afirmativa emprendió el viaje con un cuerpo de enfermeras al frente de batalla, siendo así la primera vez que se permitía la entrada de las mujeres al ejército británico.
Florencia era cada vez más conocida entre los soldados heridos como la “Dama de la lámpara” ya que daba sus rondas por la noche tan solo acompañada por una lámpara de aceite para alumbrar su camino.
Al termino de la guerra en 1856 regresa a Londres donde es recibida con honores, rechazó el premio como heroína nacional diciendo “Sólo he cumplido con mi deber de ser humano”.
Sin embargo también conoció los sinsabores de las enfermedades, en 1872 se retira de la profesión, durante los siguientes 15 años mermó su salud quedando completamente inválida requiriendo de atención de tiempo completo, en 1908 le conceden la medalla al mérito, honor rara vez dado a una mujer. El día 13 de agosto de 1910 fallece a la edad de 90 años.
Florencia es considerada como la precursora y madre de la enfermería moderna, su mayor aportación es la dignificación para la profesión y la formación de enfermeras con grado académico, además de proponer los modelos conceptuales y de estadística gracias a su pasión y conocimiento en matemáticas, mismos que ahora cobran una importante relevancia en todos los hospitales a nivel mundial.
4 comentarios:
hola, encontre tu blog y me parece genial, hablas de mil temas perfectos, como lo expresas es lo mejor .
te escribo aqui en este espacio de Nightingale por q es la madre de la enfermeria ...
pero la anecdota de las gafas muy bueno :D jajajja
q estes bien
Gracias por pasar por mi casa ya estas tambien en la tuya eh?
Bueno quiero que sepas que muchas cosas de las que encuentres por aqui, son cogidas de la red, aunque alguna habra mia propia, no pretendo engañar a nadie,aunque si te parecen interesantes me doy por satisfecha. De todas formas me siento muy halagada........ besos guapa
es una pendaja!!
interesente es conocer la historia de chicas como florencia,,, ejemplo para ser mas humanas y humanos ante un evento de quebrantos de salud.
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